Está delante de tus ojos. Pero no lo ves
- elizaldeintza
- 16 oct 2023
- 2 Min. de lectura
Hoy tuve la oportunidad de asistir a una reunión en la que nos encontramos 20 personas, entre las cuales había 5 psicólogos y 15 directores de distintos institutos.
Hemos hablado de temas que nos preocupan o no sabemos como abordar.
En un momento dado se ha expuesto un problema sobre un caso de acoso escolar.
Estaban el director y la psicóloga del centro.
Estos compartían la misma información, pero sus enfoques eran completamente diferentes.
El director estaba preocupado por las consecuencias que esta situación podría tener en la convivencia general del centro.
La psicóloga se centraba en la familia de la víctima y estaba decidida a ayudarlos a toda costa.
¿Quién tenía razón?
Los dos
¿Quién estaba equivocado?
Los dos
Ambos tenían buenas intenciones, pero estaban muy influenciados por sus emociones y les resultaba difícil ver la situación de manera objetiva. Eran sus propias proyecciones las que decidian y no ellos.
Por eso la situación no se resolvia y el problema se hacia cada vez mayor.
Sé lo que estás pensando.
Es normal que un tema tan delicado como este nos haga actuar desde la emoción.
Somos personas y estos temas nos afectan.
Pero, ¿cómo ayuda esto a la situación?
Las personas que sufren necesitan nuestra ayuda profesional y no que conectemos con nuestros miedos y actuemos influenciados por nuestras creencias o vivencias.
Pero ¿por qué te cuento esto?
Porque a ti con tu adolescente te pasa lo mismo.
Muchas veces, aunque sea con la mejor inteción, no ves lo que le pasa a tu adolescente.
Al contrario, actuas movida por tus miedos e inseguridades
Quieres evitar que sufran lo que tu sufriste o que hagan algo que tu no lograste hacer
Es normal
Suele pasar
Pero no es lo que tu adolescente necesita
Necesita una madre que esté abierta al cambio y que quiera ver al adolescente que realmente tiene en frente
Como siempre te digo
No es fácil
Pero es más fácil de lo que parece

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