Lo que una madre NUNCA siente
- elizaldeintza
- 4 dic 2023
- 1 Min. de lectura
Una emoción que una madre NUNCA siente es la culpa.
Nunca, jamás, never.
¿O no?
Comencemos de nuevo.
Toda madre, en el momento en que se convierte en madre, experimenta dos emociones intensas: el amor y la culpa.
Dos emociones contradictorias que se entremezclan sin parar.
¿Seré lo suficientemente buena madre?
Y a medida que crece, las dudas y la culpa, en vez de reducirse, se amplían.
Observas cómo actúan tus amigas con sus adolescentes y piensas:
Yo no soy tan cariñosa.
Yo no soy tan firme en mis decisiones.
Yo no soy tan organizada.
Yo no...
¿Te suena?
Es Pepito grillo.
Esa voz que nos habla cuando menos necesitamos.
Esa voz que hace que nos sintamos inferiores.
¿Pero te has parado a pensar qué es realmente la culpa?
La culpa es una expectativa no satisfecha.
Una creencia no cumplida.
Por eso, si tus creencias cambian, tu vida cambia.
No es fácil,
pero es más fácil de lo que te han contado

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